Dos ídolos juntos, pero por distintos caminos

miércoles, 21 de abril de 2010

El mal momento de Boca no sólo se basa en lo futbolístico, marcha décimo séptimo con 14 puntos en el campeonato, sino que se traslada a lo dirigencial y a la división entre los hinchas Xeneixes. Los que apoyan a Martín Palermo, máximo goleador de la institución, y los que están con el 10, Juan Román Riquelme. Los dos ídolos se ven juntos dentro del campo de juego, pero fuera están muy distanciados, ya que no tienen ninguna relación por ser de personalidades muy diferentes.

El contrato de ambos vence en Junio, y el presidente Amor Ameal, declaró que le renovará a los dos para que se retiren en el club como se lo merecen. Ahora, la cuestión pasa por si ellos aceptarán seguir conviviendo en el vestuario. Palermo es seducido por el Inter de Porto Alegre, donde se encuentra su amigo Roberto Abondanzieri. Román es pretendido por varios equipos, entre ellos, Argentinos Juniors e Independiente.

Otro factor que influiría en la continuidad de ambos es la designación del próximo director técnico. Hay muchos nombres que suenan, pero el que ha tenido mayor relevancia es el de Guillermo Barros Schelotto. Muy amigo del goleador, no así del 10.

Mientras que en el plantel se forman dos grupos, los que tienen amistad con Martín (Morel, Chávez, Mouche, entre otros) y los que la tienen con Román (Gaitán, García, Viatri, etc). Un tema a solucionar en el vestuario, donde el DT que se haga cargo tendrá que calmar las aguas e intentar romper las diferencias.

También la Bombonera jugará un papel aparte en los dos partidos como local que le quedan a Boca y los hinchas corearán el nombre de cada uno. Sabemos que La Doce gritará por Palermo, pero el resto estará con Román. Una situación que nunca se vivió con estos dos ídolos, ya pasa a ser una cuestión de intereses y no de gustos.

La última palabra la tienen ellos, pero la dirigencia aportará con las decisiones que tomen al final del torneo. Donde pueden ser a favor de uno u otro, con intenciones de que un referente se quede, el otro agache la cabeza y acepte salir por la puerta mayor de la institución.